Amistad verdadera
Niña perdió a su mejor amigo en
accidente de tránsito, y no hubo culpables hasta la actualidad que causo tristeza
en familia.
El dolor nadie puede borrar solo vivir
con los hermosos recuerdos que se tiene de una persona que ama.
Búsqueda de sobrevivir en esta sin
el amor verdadero.
El amor que se puede dar a una
persona es incalculable no sabes que cantidad puedes da, ya que es nulo saber
contarla. Pero sobre todo a los animales que son como hijos para las personas
en la cual muestra su verdadero amor. Esta historia es de la perdida de una
amiga aunque ser de pequeña estatura tenía un corazón grande para ella.
Un dia Naldy, su dueña buscaba información
para realizar sus trabajos que realizaría en internet, pues no contaba con
internet. La necesidad para salir tarde fue una principal causa para que se realice
un acto de lo más triste. Su hermana que venía de regreso del colegio entraba
para la casa y no se dio cuenta que Perla salió de inmediato a fuera. Naldy se
dio cuenta, que quería atraparla pero en esa situación de poder cogerla la
mascota se va por la pista por donde la atropella, estaba bien por lo que se veía.
Pero por dentro sufría una agonía de lo más triste por tal hecho que ocurrió.
Entonces se decidió que le
llevaran de emergencia al veterinario para ver su resultado, lleno para allá se
vio que con solo una oportunidad las mascotas buscan salir de la casa para poder
correr. La mama y su hija fueron donde le indico el doctor que se esperara para
el día siguiente para ver como reaccionaba y si habría una cura.
La noche fue como una agonía para
toda la familia, pues buscaba que estuviera bien con su salud y se salvara. Pero
las horas pasaba y Perla no iba al baño y buscaba la solución de querer dormir
preocupando a todos. Al día siguiente Naldy y su hermana fueron a labores
escolares normales y su mama se encargaría de llevarle al veterinario. Fue así
que la llevo y el veterinario de “ cat y dog” indico que no habría salvación,
ya que en la parte interna estaba ya sangrando. Lo que decidió la madre fue
sacrificar pues su hija sufriría mucho ver la agonía de ver morir a su amiga.
El dolor de perder a sus mascotas
le toco más dolor a su dueña, quien se sentía molesta por tan grave situación que
había tenido. Le choco mucho esta situación pero siguió adelante y fue que
vinieron otros amigos pero por sorpresa. Ya que la hija de su tío, había traído
dos perros, uno machito y otra hembrita. Eran tan lindos que por situaciones
del destino, un viaje, se les dejo a Naldy en la cual cuido con mucho cariño y atención
como si fuera misma Perla.
Hija de corazón
Perla era una perrita, una
mascota querida por su dueña que la amaba como si fuera su propia hija y
mostraba alegría al verla llegar a la casa. La mascota aun sin ser de raza era
parecida a un perro de raza por la forma de ladrar y su forma de correr. Perla
era la mascota de Naldy, era una niña que cursaba el tercer cuarto de
secundaria en colegio nacional cerca a su casa.
Ella vivía cerca de un parque y
le gustaba pasear y siempre la consentía para estar feliz. Perla fue un regalo
de su madre a Naldy, en la cual lo trajo de recién nacido y que no podía comer
como perro grande. La perrita necesitaba leche y fue así que la dueña siempre
iba a temprano a comprar leche de vaca para su hija, Perla. Como era chiquita
la mascota le hacía dormir cerca de la cocina, se escuchaba cuando lloraba y quería
a su dueña de vuelta, pero estaba en el colegio. Su hermana quien venía más
temprano lo sacaba a fuera en el patio para que no se sintiera triste y
llorara. Naldy siempre venia temprano a su casa porque quería tenerla entre sus
brazos. Lo que fue diferencial fue que veía que se la llevaba en la calle para mostrar
a su mascota. Sus amigas se asombraron de lindo perro. su amiga Katherine
indico “Es una lindura este perro, y gordo que esta”.
La familia estaba encantada con
la mascota de la casa, ya que no había perro desde hace ya 10 años atrás, pero
se convirtió en alegría de tener una mascota. Perla siempre quería estar cerca
a lado de las personas era amigable y cuando tenía miedo ladraba como un lobo y
era divertido escucharla. La comida aunque no era para perro lo daba con mucho
amor su dueña, pensando en su bienestar y además siempre debía ser limpieza, ya
que es una responsabilidad.
El amor de los animales es puro y
grande, ya que ellos aun cuando lo rechaces siempre estará allí esperándote. Las
mascotas son como una familia y nosotros lo vemos como si fuera nuestro hijo propio.
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